SUS CALLES NOS RECUERDAN en cada paso historias de otros tiempos, lugares encantadores donde se respira la vasta cultura y la trayectoria de sus rincones, donde es posible sentarte a disfrutar de la vida en las esquinas. Son innumerables los cafés o bistrós (desde los más famosos, hasta los más nuevos y los que están por descubrir) que nos inspiran a sentarnos y ver la vida pasar. Perderte en París (¡y sí que me ha pasado!) no es necesariamente para preocuparse, mejor es –dependiendo de la agenda de ese día– un estímulo para seguir caminando y disfrutando.
En la era de las redes