Trabaja desde los 13 años, pero José Porras huye del cliché del hombre hecho a sí mismo porque en sus tiempos, dice, “era normal trabajar para pagarte los estudios”. Así es como se matriculó en las clases nocturnas para licenciarse como Ingeniero Industrial en la Escuela Técnica Superior de Embajadores, en Madrid, a la vez que trabajaba en EJA, compañía enfocada al segmento de las instalaciones térmicas.
Lo que ya no es tan normal es que un joven de 25 años se desligue de la empresa para la que trabaja y monte su propio proyecto desde cero y llevarlo, en apenas 39 años de trayectoria, al liderazgo nacional en su sector: el mundo de la eficiencia energética y la climatización. Eso representa