LA LA LAND es la tierra donde lo mismo aterrizan diariamente aviones con personas de todo el mundo buscando el sueño de Hollywood, como regresan tras no lograr encender las marquesinas. También, el apodo melodioso a la ciudad de Los Ángeles fue el título del filme de Damien Chazelle, quien en plena pandemia se comunicaría a la Ciudad de México con Diego Calva para comprobar si su foto con mirada de soñador y de poeta correspondía con la idea que tenía en la cabeza para el personaje de Manuel “Manny” Torres para su Babylon.
Chazelle estaba buscando desde el 2020 a su protagonista latino y su misión era saber si Calva, de 29 años, podría representar a Manny, un aspirante a involucrarse en la producción de películas en Hollywood que dejaría cuerpo, alma y sudor con tal de llegar a su meta, tal como los protagonistas con dosis de pasión y obsesión de la filmografía de Damien, como el estudiante baterista en Whiplash (2014), la actriz barista tornada en estrella en La La Land (2018) o el primer astronauta en la Luna en First Man (2018).
Con un par de filmes mexicanos independientes y unos episodios de la serie Narcos México de Netflix, Chazelle contaba más con su instinto, que con un amplio demo de proyectos para convencer a los ejecutivos de Paramount Pictures de que Calva era el indicado para liderar Babylon al lado de Brad Pitt y Margot Robbie.
“La verdad es que el estudio de cine, inicialmente, no me quería. Pero mira cómo son de con el Paramount de los años 70. Él se ‘emperró' conmigo y, sin permiso del estudio, me voló a Los Ángeles y comenzó a prepararme y pulirme”, confiesa un Diego sin temor a hablar de las dudas iniciales de los poderosos de Hollywood tenían sobre él, desde la sala de su casa en la Ciudad de México vía Zoom con Esquire.