EL MUNDO CAMBIÓ POR COMPLETO CUANDO FINALIZÓ LA GUERRA, Y EUROPA ESPECIALMENTE. ADEMÁS DE LA PÉRDIDA DE MILLONES DE VIDAS Y DE LOS MILES DE LISIADOS (EN SU MAYOR PARTE VARONES), LAS ANTERIORES FRONTERAS DE ALGUNOS PAÍSES, COMO ITALIA, ALEMANIA, BULGARIA, RUMANIA, HUNGRÍA, POLONIA O CHECOSLOVAQUIA, SE MODIFICARON DE FORMA SUSTANCIAL, LO QUE TUVO COMO CONSECUENCIA QUE SE PRODUJESEN DESPLAZAMIENTOS MASIVOS POR TODO EL CONTINENTE. Por otro lado, la contienda provocó la destrucción casi absoluta de la industria y las infraestructuras (como vías férreas, carreteras o puentes) de las zonas más afectadas y la desaparición del tejido mercantil europeo, con millones de empresas arruinadas y millones de trabajadores sin posibilidad de buscarse la vida y viviendo en la indigencia. Por si fuera poco, las tierras de cultivos y las granjas también fueron devastadas en gran medida, por lo que el hambre se extendió por gran parte del continente, aunque en el mundo rural, pese al aislamiento, se llevó mejor que en las grandes ciudades. Además, una serie de inviernos especialmente crudos (los de 1945 y 1947) agravaron una situación ya de por sí preocupante en muchos lugares.
Eso sin tener en cuenta la extraordinaria crisis espiritual que se dio de forma masiva en todos los, ex Primer Ministro de Inglaterra, expresó lo siguiente durante aquellos vividos momentos de la posguerra: .