Eran cadetes navales, veteranos del batallón de escolta de , guardamarinas de Kiel que habían sido reclutados Escandinavia, jóveneshabía sembrado el terror. Era necesario luchar porque el enemigo estaba encima, aunque no hubiera municiones ni alimentos con los que vigorizar a unos hombres desfallecidos. Entonces se establecieron los “Consejos de guerra itinerantes” que recorrieron las calles para ajusticiar a los desertores de manera sumaria. La artillería soviética había convertido la ciudad en un infierno y se contabilizaban ya más víctimas civiles que militares. Las colas de heridos a los que había que amputar algún miembro eran interminables.
EL OCASO SOVIÉTICO
Mar 01, 2022
1 minuto
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