ay, aún, mucho trueno de opiniones a propósito del desplante del embajador de Irán ante Resulta que no le Y es que que así se llama el embajador de la República Islámica de Irán, no hizo nada distinto, o contrario, a las costumbres en curso de su país, donde no hay contacto físico entre hombres y mujeres en público, en el momento directo del saludo. Y esta costumbre no se quiebra en el extranjero, ni tampoco ante jefas de Estado, o reinas. A Letizia le vimos gesto algo amargo, pero no tanto por un desplante sólo supuesto como por un hábito de difícil naturalidad en una democracia de Occidente, como la nuestra. Aquí nos saludamos en igualdad. El señor de Irán es diplomático, pero sobre todo es iraní, y su cultura no contempla roce con la mujer, si toca bienvenida, o despedida. Nuestra Reina lo sabía, porque el protocolo así lo anuncia, pero su gesto, acaso irreprimible, incluía más la resignación que el agrado.
Yo opino
Feb 01, 2023
1 minuto
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos