LA publicación de las memorias del príncipe Harry de Inglaterra ha puesto la puntilla definitiva a su relación con la familia Windsor. Si el documental de Netflix protagonizado junto a su esposa, Meghan Maride, ya había levantado suficiente polémica, las revelaciones del hijo del rey Carlos III en este libro han ido mucho más allá. En él no solo ha dejado impreso en negro sobre blanco todo un reguero de quejas y sinsabores, sino que ha descrito con un sorprendente lujo de detalles conversaciones y episodios en los que deja totalmente expuestos a los ‘royáis’ británicos… Y también a sí mismo.
De una manera abierta, como nunca antes un miembro de la realeza de su nivel había abordado la vida de palacio, de puertas para adentro. Morbo servido, escándalo para las masas y titulares sin fin. Ahora todo el mundo se pregunta: ¿por qué lo ha hecho? La opinión pública sentencia: esta es la consumación de una venganza.
El título en español es ‘En la sombra’ aunque el original en inglés es más atinado: “Spare” (es decir, “recambio”). Es así cómo se ve el príncipe. Cuenta que tras su nacimiento su padre, el entonces príncipe Carlos, respiró aliviado ante Diana: ya tenían al heredero (Guillermo) y, por si acaso, también al de ‘repuesto’. Con eso ya había cumplido. Esta definición le habría perseguido y marcado toda su vida. Pero resulta que el ‘segundón’ también quería brillar, aunque no le dejasen, aunque supuestamente conspirasen contra él para no opacar la figura de su hermano mayor. Con este, contrariamente a lo que siempre habíamos pensado, su relación no era tan idílica.
“Nunca he tenido la intención de hacer