“Cada tanto me pregunto qué quiero hacer y la respuesta siempre es la misma: diseñar”, sostiene Luciana Martí. Se formó en diseño de indumentaria en la Universidad de Palermo y realizó cursos en la Universidad Central Saint Martins de Londres. Trabajó como estilista en revistas de moda y como vestuarista en publicidad., se mudaron a Los Angeles con sus hijos. “Empecé a hacer trajes de baño. Perdiéndome en el , encontré piezas de los años 80 abandonadas y me compré un lote. Eso me inspiró”. Bautizó Chula a la marca; era el apodo que le daban Armando y sus compañeros en publicidad años atrás. Sin embargo, cuando regresó a vivir a Buenos Aires discontinuó el proyecto. Con la llegada de la pandemia se mudaron a Uruguay por el trabajo de su esposo. “Me di cuenta de que tenía ganas de diseñar. Compré online un bonete victoriano. Me interesó porque era práctico y, además, lo asociaba a mi niñez, a y a ”. Conoció a Lili, una costurera que vive en la ciudad uruguaya de San Carlos, y con ella desarrolló su primer prototipo. Luego diseñó una bombacha y un top. Cuando pensó en un nombre para ponerle a esta nueva etiqueta, decidió darle a Chula una nueva oportunidad.
Días DE PLAYA
Dec 07, 2022
2 minutos
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