La meditación es una práctica muy recomendable para los niños gracias a sus grandes beneficios, como la calma, la concentración y la mejora en la respiración y el sueño. Les ayuda a relajarse y conectarse con su entorno.
Diversos estudios confirman los beneficios de la práctica de la meditación, que animan a los padres a compartir momentos de meditación con sus hijos, y a los maestros a incorporar pautas para cultivar esta práctica en sus planes educativos.