UCEDIÓ HACE APROXIMADAMENTE Estaba practicando nuevas recetas, cuando abrí la puerta de la nevera de un tirón, el asa se desprendió y me golpeó justo encima de la ceja izquierda. Recuerdo que me apreté la palma de la mano contra la frente y grité: “¡Más vale que esto no deje cicatrices!”, y luego me encontré con la mano, la camisa y el suelo cubiertos de sangre. Efectivamente, eso iba a dejar cicatrices.
SIN DEJAR RASTRO
Nov 25, 2022
2 minutos
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