e siente cómoda con un pie en cada sitio; columpiándose hacia los lados, pero sin perder de vista el punto de equilibrio y definiéndose como un híbrido de muchas de cosas. Muchos hablan de ella como la mujer todoterreno. El resultado de todo aquello que fue, pero también de lo que nunca llegó a ser. Se ha atrevido con la moda, la escritura, el periodismo, la televisión, la interpretación…y, ahora, con el mundo del interiorismo. para TVE, entre muchos otros proyectos. Bromeo con el término postmodelo porque exmodelo sí que, de alguna forma, significa que ya no vuelves a hacer nada, y siento que postmodelo me da la sensación de que abarca todo lo que sucede desde entonces. Siempre he pensado que no tengo ni las medidas que se piden, ni las actitudes que suelen tener las modelos. Siento una especie de síndrome de la impostora, de pensar que en cualquier momento van a descubrirme. Pero, mientras tanto, han pasado 30 años y he hecho una carrera. La relación con nuestro cuerpo en el mundo del modelaje es difícil, pero no creo que sea muy diferente a la que tenemos las mujeres con él en general. Lo que pasa es que, al haber vivido de él durante tantos años y haber sido lo que determinaba si yo trabajaba o no, siempre he sentido que, por culpa de que mis centímetros no fuesen los que pedían, yo no estaba trabajando. Por tanto, yo era responsable de mi propia infelicidad. Eso hace daño, y salir bien parada de ahí es complicado. Hace unos veinticinco años, entrar en una agencia de modelos y que te dijesen: “Estás gorda”, estaba bien, era lo normal. De hecho, tú pensabas: “Pues sí, la verdad es no me merezco trabajar”. Hubo un punto de inflexión en el que yo decidí desconectar de la moda y sentirme útil y válida en otros terrenos. Tuve la necesidad de salir de ese bucle insano. Y, por supuesto, mi familia. No sé muy bien cómo es ser modelo hoy; por suerte o por desgracia ya no tengo tanta relación con la moda. Pero esto no solo afecta a las modelos, también a cualquier joven que esté dentro de la vorágine de las redes sociales. Ahora mismo tenemos muy poca capacidad para discernir entre qué es sano, qué es verdad o qué está filtrado, y no sabemos adaptar aquello que vemos a nuestra propia fisionomía. Creo que es una situación muy complicada y que necesitamos sentido común, buenos referentes y mucha ayuda. Marie Claire es responsable de que yo me atreva con las letras. Ha sido mi mecenas. La escritura para adultos me sigue costando, aunque me da la sensación de que ha de llegar. Dentro de mi sé que tengo cosas que decir, pero no encuentro el momento para sentarme a materializar nada de momento.
MIL MANERAS DE BRILLAR
Nov 22, 2022
3 minutos
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