Marvel Studios regresa al reino africano de Wakanda con dos incógnitas esenciales por resolver. La primera es cómo gestiona el filme la herencia dejada por la primera película y por su fallecido protagonista, Chadwick Boseman, marcada por la decisión de no hacer lo que suele hacerse en estos casos en Hollywood: buscar otro actor para el papel. Incluso el propio hermano de Boseman, Derrick, se pronunció sobre este tema alineándose con los que piensan que su hermano no habría sido tan egoísta como para querer que el personaje de T’Challa muriera con él, y se habría posicionado a favor de que le dieran una oportunidad a uno de sus compañeros actores.
Por el contrario, el productor Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, ha explicado la decisión de incorporar la propia muerte de Boseman como vehículo para establecer la muerte de T’Challa como ficción cinematográfica, afirmando que era demasiado pronto para imponer al público a otro actor en el personaje de Pantera Negra, citando como respaldo para esa opinión a uno de los creadores del propio personaje en los cómics, el guionista Stan Lee (junto con el dibujante y guionista Jack Kirby, en el número 52 de la colección de , julio de 1966), quien afirmaba que el, quien ya dirigió la primera entrega de las aventuras de Pantera Negra en el cine, ha incorporado eso en la película.