uando entras en su casa te trasladas a otra dimensión, a una especie de universo caleidoscópico lleno de estampados vibrantes con un aura espiritual. La misma que desprende Jennifer Jane Martin, conocida como J.J. Martin y bautizada como «la genial (señora en milanés)» por el después de dejar la Gran Manzana hace 17 años para trasladarse a Milán por amor. Ese amor italiano y su pasión por lo dieron vida a su de su marca en Via Sant’Andrea, 10. «Siempre me ha intrigado el encanto de la que combina la elegancia en el hogar y el estilo profesional. Quería hacerlo mío», confiesa. Y sus tres vestidores son el mejor reflejo de ello. El tema principal de estos es la secuencia cuasi científica de Fibonacci: «Los azules deben ir juntos, como los blancos y los rosas. Los estampados tienen que comunicarse entre sí, no sólo cuando se combinan y se visten, sino también mientras las prendas están colgadas. Cuando las miras, tienen que seguir un orden; de lo contrario, puedes perderte en los patrones. Es por eso que elegí unos armarios sencillos de Ikea cerrados con unas cortinas gruesas y brillantes en nuestro estampado y en un terciopelo que usé para un evento y reciclé. La idea, como tantas en esta casa, me la dio mi amigo Raimondo Garau, un anticuario de un gusto impecable. Me encanta encerrar el el alboroto de estampados y colores que llenan mi guardarropa. Y cuando lo necesito, abro las cortinas y la habitación se inunda de energía y sol. El orden trae paz, te ayuda a organizar tus pensamientos; cuanto menos desorden tengas a tu alrededor, mejor para tu mente», asegura. También cuenta con la ayuda de Gina, su ángel de la guarda y una manitas que «presta una atención casi religiosa a los detalles en lo que respecta a la ropa y el alojamiento de los invitados, algo extremadamente italiano», subraya.
EL PODER DEL COLOR
Oct 20, 2022
2 minutos
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