A los 22 años, el argentino Luis Jacóme alcanzó su primera cumbre, el Cerro López (2.188 m) en Bariloche. Era el año 1982 y quedó deslumbrado con el vuelo de los cóndores andinos, a los que empezó a prestar especial atención. Con el paso del tiempo se prendió una alarma que lo sacudió: se volvió cada vez más escaso el número de ejemplares de esta especie fundamental para mantener el equilibrio ecológico de la costa patagónica y la cordillera de los Andes.
Es una de las aves voladoras más grandes del planeta (sus alas alcanzan los 3