Yo opino
a cosa de es que va a la tele como el que va al recreo. La cosa, o sea, la gracia, la expectación, el morbo. Quiero decir que Pipi va a la tele así,, o , porque larga alegremente de su propia vida, y se deja hacer polígrafos donde concreta que ha hecho intercambios de pareja, famosos o famosas incluidos. De modo que Pipi da juego. Esto ya lo sabíamos, pero ahora lo sabemos más, porque Pipi tiene algo de gran fichaje pendiente, aunque lo tenemos siempre ahí mismo, entre el locutor del enredo y el pichichi de la confesión íntima. Ha dejado el fútbol para jugar el fútbol de plató, donde resucita de crack contento. Acaba de fichar, encima, para un reality, con lo que tenemos inauguración alegre de la temporada. Una verbena fuera de calendario.
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