NUEVA ENERGÍA
Cuando AMD sacó al mercado los primeros procesadores de la entonces recién desarrollada generación Ryzen, hace cinco años, eso marcó un punto de inflexión: los procesadores eran más rápidos y baratos que los de su competidor Intel, que había dominado el mercado durante años y, de repente, se estaba quedando atrás. ¿Podrá el líder del sector superar ahora a las CPU Vermeer de AMD con sus nuevos chips Alder Lake? Si uno se ha de fiar de las tendenciosas declaraciones del jefe de Intel, Pat Gelsinger (ver a la derecha), así es. Pero no es tan sencillo, como demuestra la prueba.
AMD apuesta por muchos núcleos…
Durante años, el secreto para aumentar la velocidad de los procesadores fue crear estructuras más pequeñas, añadir más circuitos y subir la velocidad de reloj. Pero AMD se desvió de este modus operandi en 2017. El fabricante distribuyó los circuitos en hasta 16 núcleos, y apenas un año después apareció el Threadripper 2990WX, una CPU con 32 núcleos. Algo impensable en procesadores para uso doméstico hasta entonces. Aunque no todos los programas pueden usar todos los núcleos, la ventaja de velocidad con respecto al mejor modelo de Intel en ese momento, el 7980XE, fue enorme en tareas de alto rendimiento, como el renderizado 3D.
… y estructuras más pequeñas
AMD también y las líneas de datos son más cortas, lo que aumenta la velocidad y reduce la necesidad de energía… o eso dice la teoría. Intel, por su parte, sigue fabricando los procesadores Alder Lake con 10 nm, en sus propias fábricas.
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