Lo que nos dicen los astros
Buenos tiempos para:
aquellos que tienen tendencia a “cortar por lo sano”, incluso aquellos que dan miedo o un gran respeto a quienes les rodean. Este tipo de personas destacarán o serán más escuchados de lo que es habitual.
Malos tiempos para:
las personas vulnerables y sensibles. No lo tendrán nada fácil, especialmente si son amantes de la concordia y la paz. A menudo, se sentirán incómodos o en segundo plano, en medio de un ambiente dominado por las tensiones y propicio a actitudes radicales.
En el amor:
Quizás tampoco sea un mes demasiado bueno para los asuntos del corazón, ya que también Venus, el planeta del amor, formará aspectos adversos con Plutón y también con Neptuno y Júpiter, favoreciendo con ello los desencuentros, crisis, malentendidos y conflictos con la pareja. Los impulsos y las pasiones tenderán a imponerse sobre el amor más verdadero y profundo.
Aires de conflicto
El primer tercio del verano se encuentra presidido por el signo de Cáncer y está bajo la regencia de la Luna. La vida llega a su máxima expansión y a partir de aquí poco a poco comienza a retroceder, tal como vemos en la forma de andar del cangrejo, el animal que representa a Cáncer. Y, por otro lado, es una época profundamente emocional, dominada por el mundo de los sentimientos, las emociones, los impulsos y los sueños. El mundo inconsciente tiende a imponerse sobre la personalidad consciente. Júpiter, el segundo regente de Cáncer indica que estamos en el momento de máxima expansión de la vida, reina el verano y con él la alegría, la plenitud y la generosidad. Pero todo esto sería maravilloso si sobre el cielo hubiera buenos aspectos, lamentablemente no es el caso. Y es que estos