VIKANDER, VAMPIRESA TELEVISIVA
En 1915 Louis Feuillade creó un serial mudo ambientado en París sobre una banda surgida de los bajos fondos que estaba dispuesta a agitar los cimientos de la alta sociedad de la época a golpe de acciones de reivindicación anarquista. Su protagonista femenina se llamaba Irma Vep (un anagrama de ‘vampire’) y estaba encarnada por una de las mujeres más fascinantes de principios del siglo XX, Musidora, adoptada por los surrealistas como una de sus grandes musas. Aque con el tiempo se convertiría en una obra de culto. En ella, una estrella del cine de Hong Kong (Maggie Cheung) viajaba a París para meterse en la piel de Musidora. Su trama le sirvió a Assayas para tender puentes entre el pasado y el presente, entre las vanguardias y la modernidad del momento, y para construir una sátira metacinematográfica sobre la identidad y el sentimiento de desconexión en un entorno lastrado por la falta de comunicación. Ahora, el director de (2016) recupera buena parte de los conceptos que dieron lugar a esta película para dar forma a una serie en la que se incluyen todos estos estratos a través de un complejo y fascinante mecanismo narrativo. cuenta Assayas en un descanso del rodaje de en el Hotel Raphael en París, donde se ubica parte de la trama.
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