DANDY MODERNO
EI México colorista y osado nada tiene que ver con el de sus casasburguesas. Tras sus puertas reina el blanco y una distribución racional, las maderas nobles y el arte elevado. Los juegos cromáticos forman parte del fascinante imaginario colectivo.
“Esas dos referencias que conviven con naturalidad son , más otros 50 de gloriosa terraza donde no se ha puesto ni un límite. Aquí está su universo, tan ecléctico al enumerarlo como coherente sobre plano: los juegos geométricos y vibrantes del británico David Hicks, las piedras envejecidas de las villas italianas, la era de Hollywood Regency, los guiños a los españoles Parla-dé y Pinto Coelho, pero también la lógica matemática que aplica en las sofisticadas cuadrículas que crea en palaciegos suelos y techos, uno de sus sellos. Nada que ver con lo que encontró al descubrirla, con un pasado de vivienda y oficina que no se había tocado en los últimos cuarenta años. Había que rehacerla a su medida. “Ahora se compone de un , gran salón principal, biblioteca por la que accedes a la terraza, comedor, cocina, dormitorio principal con zona de televisión, dos vestidores, uno de ellos se podría convertir en otro extra, y dos baños”. Como un decidió vestirla, para lo que seleccionó suntuosos tejidos para las paredes, “la versión lujosa del papel”, reconoce. Los lisos son de un vibrante mostaza o crudos con entramado, mientras que los estampados son botánicos y afrancesados, “la casa tiene tela”, dice con humor. El mobiliario tardó tres meses encontrarlo, “durante la pandemia me aficioné a las subastas belgas y allí encontré muchas de las antigüedades”, explica; otras piezas son contemporáneas de su admirado Jonathan Adler y, por supuesto, diseños propios con brillantes lacas o terciopelos luminosos, como corresponde a un dandy de hoy.
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