El primer Tudor Submariner se presenta en 1958 con una fisonomía muy similar al Rolex Submariner de 1953. Eran los modelos 7922 y 7924 con caja sin protección de la corona y con bisel giratorio bidireccional. La aguja de las horas ya era tipo “Mercedes”. En el modelo más primitivo, el 7922, tanto la corona como el fondo eran roscados y el cristal de material acrílico. Su hermeticidad estaba garantizada hasta los 100 metros. En el modelo posterior, el 7924, la corona roscada aumentó de tamaño (grabada brevet) y el nivel de resistencia se elevó hasta los 200 metros. Este último nivel se mantendrá como máximo en todos los modelos Tudor Submariner.
Ambos modelos equipaban bisel negro bidireccional sin sistema de trinquete y lucían en su esfera negra la rosa como símbolo de la marca y emblema de los Tudor. En su interior latía un calibre Tudor 390 con 17 rubís derivado del calibre Valjoux 722. El brazalete, ribeteado, estaba fabricado