EL ÚLTIMO EMPERADOR DE CHINA PUYI
Su nombre era Aisin-Gioro Pu Yi, aunque en Occidente se le conoce como Puyi, que era en realidad su nombre de pila. Nació en Pekín el 7 de febrero de 1906 y era sobrino del emperador Guangxu, perteneciente a la dinastía Qing (o Ching), manchúes del noreste de China que gobernaban el país desde 1644. Su padre, Zaifeng, príncipe Chun, era medio hermano de Guangxu. Durante cerca de tres años Puyi vivió calladamente en su palacio de Pekín, pero todo cambió el día que la anciana emperatriz Cixí lo convocó en la Ciudad Prohibida.
El heredero infantil
Aunque Guangxu era el emperador, el poder real lo ostentaba una mujer fuera de lo común, su tía la emperatriz viuda Cixí, que entonces tenía más de 70 años y había vivido en palacios imperiales desde los 16 siendo sucesivamente concubina real, esposa y emperatriz. Con el paso de los años había conseguido poder e influencias sometiendo a emperadores niños: primero a su propio hijo de seis años y luego a Guangxu desde que tuvo tres. Y, aunque pretendía hacer lo mismo con Puyi, que tenía exactamente dos años y nueve meses, no le dio tiempo.
Cuando Guangxu cayó gravemente enfermo de un extraño mal tenía 30 años y seguía sin descendencia, y Cixí emitió el que sería su último decreto: Puyi sucedería al emperador. Así, el 13 de noviembre
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