Dinos una revista que reinvidique la libertad sexual más que COSMOPOLITAN… Adelante, no tenemos prisa
desde 1965, cuando Helen Gurley Brown asumió la dirección de COSMOPOLITAN en EE. UU. y decidió ayudar a las mujeres a disfrutar de este derecho sin sentir vergüenza. «Algunas de mis amigas mantenían relaciones y les encantaba–comentó tiempo después–. Yo quería contar la verdad: que el sexo es una de las tres mejores cosas que hay… y ni siquiera sé cuáles son las otras dos». Luego la edición británica de COSMOPOLITAN siguió sus pasos: ya en 1972 la reportera Jilly Cooper escribía sobre los mejores amantes. Ambas publicaciones se enfrentaron a duras críticas por hablar de estos temas sin tapujos. La reacción venía de quienes consideraban que no se
