GUSTAVE FLAUBERT El perfeccionista obsesivo
Ya la célebre idea de Gustave Flaubert—Lo que me parece bello, lo que me gustaría hacer, es un libro sobre nada, un libro sin ataduras exteriores, que se sostendría por sí mismo gracias a la fuerza interior de su estilo—, expresada en una carta a Louise Colet en 1852, se hizo patente en Noviembre (Impedimenta, 2007), su primera novela. El autor no quiso publicarla en su momento al considerarla sólo un ejercicio, la traslación de una idea, esta es, la descripción sensorial y anímica que le provocaba la pulsión sexual de sus diecinueve años, a un lenguaje literario preciso, fino pero también ampuloso.
Escrito en 1842, el relato, que vio la luz en 1910, se proyectó en una ensoñación adolescente, romántica, ya desde sus primeras palabras: Amo el otoño. Esta triste estación es apropiada para los recuerdos. Así, mientras paseaba, el personaje iba recordando su primer contacto carnal con una prostituta llamada Marie; detrás, su narrador ponía las bases de su narrativa: la autodidacta educación sentimental, la mujer licenciosa, la vida de provincias donde nada pasa y pasa todo. lo advertía en la introducción: Ahí encontramos ya todas las obsesiones eróticas de Flaubert, que irán asomando periódicamente en
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos