UN AROMA inspirador
Ginza, el que es sin duda el distrito más cosmopolita, bullicioso y conocido de Tokio, ha sido el nombre elegido para la gran apuesta olfativa de Shiseido. En Japón, el perfume no es sólo-también conocidas como en los que, a través del aroma de las maderas, purificaban el cuerpo y el espíritu- para tener mayor coraje, liberar la fuerza y potenciar el amor propio. es una fragancia cautivadora, femenina y sutil, con una perfecta armonía y que puede presumir de acumular, desde su lanzamiento, en 2021, legiones de fans. ¿El motivo? La espectacular combinación de acordes creada por dos grandes damas del mundo de la perfumería, Karine Dubreuil, natural de Grasse (Francia), y la parisina Maïa Lernout, ambas pertenecientes a la casa japonesa Takasago. Una luminosa granada y bayas de rosa picantes son maridadas con absoluta maestría con acordes de fresias, jazmines, orquídeas, pétalos de magnolia y rosas. Las notas de pachuli, de -el famoso ciprés nipón sagrado- y de sándalo le aportan un toque vibrante y potencian la composición. El resultado es un perfume difícil de olvidar, supersensual y femenino, que eleva el concepto de elegancia hasta el extremo, también en las formas del un frasco de un cristal grueso que tiene como único motivo un detalle negro lacado (este emula una daga que llega al corazón de la fragancia), concebido por la creadora Constance Guisset y cuyo diseño, debido a su complejidad y a su originalidad, ha sido patentado por el grupo japonés. El bloque, de cristal transparente para dejar entrever el hipnótico jugo rosa, juega a la dualidad, como también lo hacen las coordenadas olfativas de un perfume que invita a expresar la feminidad sin límites ni tapujos y a explorar todas sus facetas y contrastes. En definitiva, el perfume es una forma más de expresar el amor y la devoción que en Shiseido sienten por la mujer y por su belleza, por el baile armonioso entre su delicadeza y su enorme fuerza. Otra manera de empoderarlas y hacerlas sentir únicas.
