QUERIDA Y ADMIRADA
Si algo identificaba a Carmen Salinas era su carisma y simpatía. Era una mujer muy querida en el medio artístico, precisamente por su buen humor y porque era extraordinaria y siempre velaba por el bien de los demás.
Además, su carácter desparpajado y directo la identificó con el público, que sentía por ella un cariño especial.
En el plano profesional tuvo a lo largo de más de seis décadas infinidad de éxitos, lo mismo en cine que en tea tro o televisión, lo cual la ubicaba como una de las actrices más brillantes de su generación. Sin duda, su partida deja un enorme vacío en el medio artístico nacional, lo cual se refleja en la infinidad
