DOSTOIEVSKI El hombre del subsuelo
«L a última ola poética —parábola—tuvo su cenit con Push kin, siguieron Lérmontov y Gógol y nosotros, pecadores, y después desapareció bajo tierra. Otra línea fue en dirección al estudio del pueblo y acabará por aparecer en la superficie, si Dios quiere, pero la era de Pushkin ya murió, desapareció definitivamente». Estas palabras de Lev Tolstói, pertenecientes a una carta, son de 1872, cuando tenía cuarenta y cuatro años, tres después de publicar Guerra y paz, cinco antes de que viera la luz Anna Karénina. «Dichosos aquellos que participen en el resurgimiento. Espero que me toque», añadía.
Él mismo, muy al contrario, capitalizó tal resurgimiento, junto con , que ya había publicado novelones como , o . Ambos protagonizarían ese otro período triunfal que compara con el de la tragedia griega y y el de la época de : «En los tres, el pensamiento occidental saltó hacia delante desde las tinieblas mediante la intuición poética; en ellos se reunió mucha de la luz
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