Durante años las indicaciones de los relojes sólo podían ser vistas con luz natural. En plena oscuridad los relojes eran incapaces de mostrar por si solos las indicaciones horarias. Gracias a los avances de la ciencia se incorporaron nuevos materiales que, debido a sus propiedades, eran capaces de emitir luz propia. La radiactividad de muchos de estos materiales provocó su progresivo abandono. Hoy en día podemos saber las indicaciones horarias de nuestros relojes de pulsera gracias a modernos materiales muy luminosos, no perjudiciales y con multitud de aplicaciones.
Desde R&E pretendemos descubrir la historia y técnica de estos materiales y hacer una breve reseña a la normativa suiza en este aspecto.
LOS INICIOS: EL RADIO
Estamos a finales del siglo XIX. Por entonces Pierre y Marie Curie descubren el radio que fue aislado como metal puro tres años más tarde. Gracias a este descubrimiento se pudo inventar la pintura luminiscente de manos de William Hammer que mezcló radio con sulfuro de zinc. También el gemólogo George Kunnz y el químico Charles Baskerville patentaron su propia pintura luminiscente a base de una combinación de radio, bario, zinc y aceite de linaza.
El radio-226 es