CARTEL-MANÍA GRANDES PELÍCULAS CINE BÉLICO
TRES LANCEROS BENGALÍES The Lives Of A Bengal Lancer
1935; EE. UU.; Blanco y negro; Director: Henry Hathaway; Guion: Waldemar Young, John L. Balderston, Achmed Abdullah, Grover Jones, William Slavens McNutt; Música: Herman Hand, John Leipold, Milan Roder, Heinz Roemheld; Fotografía: Charles Lang; Intérpretes: Gary Cooper, Franchot Tone, Richard Cromwell, Guy Standing, C. Aubrey Smith, Kathleen Burke, Akim Tamiroff, J. Carrol Naish, Noble Johnson; Duración: 109 minutos.
El argumento sigue las aventuras de tres soldados británicos estacionados en la India, enfrentados a los invasores Afridi, que lidera Mohamed Khan, y en conflicto entre sí. Se basa en la autobiografía del mayor británico Francis Charles Claypon Yeats-Brown, The Lives of a Bengal Lancer, publicada en 1930. Con apenas 20 años, Yeats-Brown embarcó para la India, donde sirvió en el Cuerpo Real de Fusileros del Rey en Bareilly. Trasladado al famoso regimiento de caballería de los Lanceros Bengalíes fue destinado a la turbulenta frontera noroeste del país.
En la India serviría desde 1904 hasta 1915 y sus vivencias allí las plasmó en su libro autobiográfico. Durante la Primera Guerra Mundial, Yeats-Brown combatió en Francia y Mesopotamia, formando parte del Real Cuerpo Aéreo, cuya fusión con el Real Servicio Aéreo Naval en 1918 daría lugar a la famosa Real Fuerza Aérea británica.
En 1915 su avión fue derribado cerca de Bagdad y pasó los dos siguientes años como prisionero, vivencia que reflejaría en otro libro, , publicado en 1919. Yeats-Brown se retiró del Ejército en 1924 y posteriormente, en su etapa como periodista, se vería envuelto en algún que otro lío por apoyar el fascismo. Escribió artículos laudatorios sobre Francisco Franco, una revista relacionada con el partido fascista británico del vizconde Lymington. Conoció a Hitler en 1937 y este le dijo que su libro sobre los lanceros bengalíes era uno de sus favoritos y había hecho obligatoria su lectura para los miembros de las SS: le entusiasmaba sobre todo la idea de que un reducido grupo de europeos podía controlar todo un continente habitado por lo que él consideraba razas inferiores.
