LA MODA… cuesta
compañé a mi amiga al centro comercial. Pensé que iríamos a tomar un café, platicar y ver una peli, pero no: me agarró de “damo de compañía” para ir de compras. Ir a la tienda de maquillaje fue entrar a un mundo nuevo en el que adquirí algunas cosas que me latieron para cuidar mi piel, compra que realicé en 15 minutos; ella se tardó hora y media en seleccionar ¡un; la encontramos, se la midió mil veces, la fajó a sus jeans, la sacó, tomó una más grande, una más chica… ¡y se decidió por otra de los ! Ya cansado, con hambre y de malas, fuimos a las hamburguesas, donde mi BF tardó unos minutos viendo el menú para terminar pidiendo lo de siempre. Al final le dije que no contara conmigo para ir de compras… ¡nunca! Chicas, si creen que esta es una actividad para compartir con sus amigos o novios y que ellos disfrutarán verlas midiéndose ropa, ¡no es así! Llámennos para ir al boliche, a las máquinas de videojuegos o por un frappé, nada más; de lo contrario, no se quejen si desaparecemos los viernes por la tarde. Bye!
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos