VIENE DE LEJOS
LIGADOS A LA EVOLUCIÓN y transformación del comercio y la industria desde la antigüedad, los textiles resultan también un fiable barómetro para medir los usos (arriba), que se convirtió con sus pinturas en un magnífico cronista de los cambios en el estilo y las tendencias de la indumentaria a finales del s. XIX y principios del XX (como puso de manifiesto la magnífica exposición organizada en 2018 por el museo Thyssen). Varios siglos antes, los pintores flamencos se hacían eco de la bonanza de la sociedad burguesa retratando detalladamente las ricas texturas de los ropajes y de las telas que vestían los hogares. Un magnífico ejemplo es el (junto a estas líneas), de Jan van Eyck, uno de los grandes maestros flamencos, que hoy se puede ver en la National Gallery de Londres.
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