VERSIÓN original
Desde los comienzos del cine el vestuario ha sido un factor fundamental. Una herramienta capaz de transformar a un personaje (de ‘Sabrina’ a ‘Pretty Woman’, ¡y hasta ‘La Cenicienta’!), de cambiar su rumbo (‘El mago de Oz’) o de formar una personalidad que cale en el espectador. Las prendas sitúan la historia en un momento y lugar concretos, y ayudan casi tanto en la formación de un personaje como la propia interpretación del actor. Repasamos la siempre icónica relación entre la moda y el cine a lo largo de las décadas, poniendo especial atención en sus grandes artífices: los diseñadores de vestuario, como el español Paco Delgado, nominado a dos Oscar por su trabajo. Un paseo por algunas de las películas más bonitas de la historia del celuloide, cuyos vestidores han inspirado a la sociedad de cada momento, y por sus idilios con la industria de la moda, que han dado lugar a amistades tan maravillosas como la de Audrey Hepburn y Givenchy.
En (1954) de Billy Wilder es el vestuario el que logra transformar a Sabrina Fairchild (Audrey Hepburn) de una adolescente humilde, hija de chófer, en una joven estilosa recién aterrizada de París. A través de las prendas, el director logra que el espectador sea consciente sin lugar a dudas de la metamorfosis de
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