Los rincones cerebrales de la lectura
ocos imaginan la realidad cerebral que subyace al proceso de la lectura y al propio proceso de aprender a leer, capacidad que recala en las propiedades plásticas del cerebro, lo que significa cambios en las neuronas y sus conexiones. Durante el aprendizaje de la lectura se producen nuevas ramas –dendritas– en las neuronas y, así, nuevas conexiones interneurales –sinapsis– que llevan a un recableado de las redes neuronales de determinadas áreas cerebrales que son sustrato de la lectura. Cambios en cuyo fundamento biológico último participa la propia epigenética –acción de moléculas (metilos y acetilos) que al unirse a ciertos genes pueden bloquear o activar su acción–. En particular, estos mecanismos plásticos son capaces de transformar redes neuronales que genéticamente venían programadas en el cerebro para realizar funciones como detectar las caras o las formas de los objetos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos