DAKOTA CONTROLA
"NO CREO QUE SEA MALO SER IMPULSIVA"
Dakota Johnson se parece mucho a ese pato del proverbio que aparece tranquilo en la superficie y bajo el agua no para de patear. Parece serena, pero bajo la superficie está remando furiosamente, todo el día y toda la noche. "Siento la ansiedad más absurda por nuestro mundo y nuestro planeta", dice entre bocados de una ensalada para llevar. Son las dos de la tarde de un miércoles de finales de febrero y estamos sentadas en el pintoresco bungalow de dos dormitorios al sur de Hollywood que usa como oficina para TeaTime Pictures, la compañía de desarrollo de cine y televisión que ella y el exejecutivo de Netflix Ro Donnelly lanzaron el otoño pasado.
Todo el lugar respira a un Hollywood y el , de 2018. En la pared del baño cuelga una fotografía surrealista de la madre de Johnson, la actriz Melanie Griffith, y su ex, Antonio Banderas, deslizándose a través de una multitud de fotógrafos con escolta policial. Habíamos estado hablando de tomarnos o no un yogur helado, pero hemos pasado a –¿cómo no?– el miedo global a la Covid-19. "Estoy constantemente pensando en el estado actual del mundo. Me mantiene despierta por la noche, toda la noche, cada noche", dice. "Mi cerebro viaja a lugares muy oscuros." Dakota toma otro bocado de espinacas y mastica lentamente.
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