EL FUTURO INCIERTO DE LAS AEROLÍNEAS
EN ENERO, mientras se esparcía el rumor de un nuevo virus que se filtraba desde China, el business lounge en el aeropuerto internacional de Hamad en Doha, Catar, rebosaba de personas que entraban y salían de casi cada punto del planeta. En escala, durante un viaje, me serví un té. Nada parecía romper esa serenidad. Diez días después, nuestra familia viajó de fin de semana de París a Cracovia, Polonia. El taxi al aeropuerto costó más que los boletos de la aerolínea EasyJet.
Hoy eso parece un mundo perdido. El business lounge de Doha, con iluminación ambiental, regaderas con
