Una mamá real
La prensa internacional coincide en que la duquesa de Cambridge pisa muy fuerte hacia la Corona como reina consorte y próxima figura femenina emblemática de la Casa Real Británica. Eso incluye, por supuesto, ser la formadora del futuro rey George, tercero en la línea de sucesión, con una encomienda personalísima: no perder su lado más humano, como el de mamá.
“Ella es fuerte y brillante, lo ha sido desde su noviazgo con el príncipe William; aguantó cuando la tildaron de trepadora y criticaron a su hermana Pippa; ha sido prudente en los malos momentos, cuando se rumoró la infidelidad de su esposo con Rose Hanbury y su mala relación con Meghan… Ha ido de batalla en batalla y las ha ganado todas. Estamos viendo a la nueva Kate versión 2.0, directo al trono, con dos hombres herederos a su cargo: su esposo y su hijo mayor”, expresa Omid Scobie, biógrafo, editor y periodista de realeza en Estados Unidos. Y si Meghan Markle no pudo con el papel, la duquesa parece haber nacido para él.
“Toda la responsabilidad es mía”
De acuerdo con el psicoanalista Rafael Solana, la influencia de toda madre sobre sus hijos define su capacidad para desarrollarse de manera sana con el resto del mundo en el futuro. “Debe ser una relación cariñosa desde el vientre y los primeros meses tras el nacimiento; si la mamá es
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