WHY DON’T YOU?
Una de las mujeres más enigmáticas de la historia de la moda. Valiente, excéntrica y divertida, el legado de Diana Vreeland se escribe hoy entre notas de jazmín e iris.
De 1936 a 1962, Diana Vreeland le imprimió su imaginación Como editora de moda, creó imágenes que hasta al día de hoy nos deleitan. Para celebrarla, su nieto, Alexander Vreeland, ha decidido rendirle tributo a través de la creación de perfumes que evocan la personalidad de esta audaz mujer. “La colección tiene increíbles historias que contar acerca de sus viajes: la bergamota de Capri, el iris de Marruecos o el jazmín de Egipto”, comenta Michele de Bourbon, vicepresidente ejecutivo de Diana Vreeland Parfums. Estos ingredientes de las notas aromáticas de las fragancias, emiten imágenes oníricas y bellas, como las que Diana creaba con su ojo exquisito. “Se inspiraba en el mundo que la rodeaba, pero también en sus sueños. Nos transportaba hacia visiones exóticas al darle aliento y vida a la ropa. El estilo lo era todo para ella”, afirma de Bourbon. Mrs. Vreeland encontraba belleza en todo lo que veía, sobre todo en lugares que la gente común no categorizaría como “bellos”; en el espacio entre los dientes de Lauren Hutton o en la nariz prominente de Barbra Streisand. Transformó los conceptos de belleza dentro de la industria de la moda y del mundo; nos incitó a abrir los ojos para encontrar en cada persona y objeto lo que los hace únicos. Tal vez no era la mujer más bonita, pero Diana Vreeland transformaba todo lo que tocaba en algo extraordinario, excitante y memorable, y eso la hacía profundamente atractiva. Descubrió a diseñadores, modelos, fotógrafos, y les brindó la oportunidad de contar historias con una energía nunca antes vista en una revista de moda. “Ella nos exhortó a preguntarnos ‘¿Por qué no?’, desde el primer día que empezó a trabajar en hasta el momento de su renuncia. Nuestro próximo lanzamiento será un homenaje a este reto diario que nos incitaba a tomar”, revela de Bourbon. Intrigante, fabulosa y entrañable, así fue y seguirá siendo Mrs. Vreeland, mientras haya alguien que la reviva en un aroma o la emule en una sesión fotográfica.
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