MONGOLIA, IDA Y VUELTA
Después de unos meses de dudas, consultas y poco tiempo para el trámite de las visas, finalmente las conseguí. Llegaron justo a tiempo, así que en los últimos días de junio arranqué desde España junto a mi amigo Urtzi, que me acompañaría hasta los Alpes. Cruzar toda Europa con temperaturas que rondaban y superaban los 40 grados, fue un presagio de lo que me esperaría algunos miles de kilómetros más tarde…
PARADA EN TURQUÍA
En Estambul hice parada una semana. Marta, fan devota de las telenovelas turcas, voló hasta allí, así que disfrutamos de esta hermosa ciudad y visitamos rincones poco concurridos que solo ella conoce. Porque para ver lo que miran los demás, ya están los demás.
Allí sucedió el primer hecho que marcaría el resto de la aventura veraniega: perdí el DNI, el carnet de conducir, varias tarjetas bancarias y algo de dinero. Fue mi primer golpe de mala y buena suerte. Mala, porque no es gracioso extraviar la documentación en ningún lugar, y menos lejos de casa; pero buena porque pude continuar el viaje ya que aún tenía el pasaporte, el permiso internacional de conducir, algunos dólares y euros en efectivo, y una tarjeta que me
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