LINDEMANN F&M
Los fanáticos de Rammstein recordarán este 2019 como un año muy prolífico para sus intereses. Si el hecho de que la banda germana volviera a obsequiar con un nuevo disco -nada menos que una década después- y su consiguiente gira de estadios no había sido suficiente emoción, su cantante y frontman vuelve a la carga con su proyecto paralelo, ese que regenta con la ayuda de Peter Tägtgren (Hypocrisy y Pain) en busca de nuevas sonoridades y composiciones más extravagantes, algunas de las cuales probablemente no tendrían cabida en su grupo principal.
La unión de estos dos músicos viene de tiempo atrás, cuando ambos coincidieron allá por el año 2000 en un pub sueco. La presentación vino de la mano de los alternativos Clawfinger, y algo debió surgir de aquel encuentro para que 13 años más tarde, aprovechando el parón de Rammstein posterior a la gira del grandes éxitos ‘Made In Germany’, el dueto aunase fuerzas para la creación de un par de canciones que se acabaron convirtiendo en puñado debido a la gran química entre ambos.
Con estos precedentes, el debut de Lindemann en solitario se produjo allá por 2015 de la mano de un irregular ‘Skills In Pills’, donde algunos de sus cortes -principalmente los singles “Praised Abort” o “Fish On”- tuvieron un éxito moderado. Sin embargo, el trabajo no alcanzó las cotas de reconocimiento esperado. Cabe decir que dicho debut tenía como característica sus letras en el idioma de Shakespeare, y ahí se halla la primera diferencia significativa. Está altamente comprobado que el bueno de Till gana muchos enteros entonando en su lengua natal, y en esta nueva obra el alemán vuelve a recuperar su sitio en las líricas.
‘F&M’ está producido por el propio Peter Tägtgren, que si no tenía suficiente con su labor de multinstrumentista también ejerce las labores técnicas tras las consolas. El sonido del álbum no difiere demasiado a la mezcla de las últimas dos obras de Rammstein, con lo que se puede intuir que el grandullón vocalista también tuvo mucho que decir al respecto. Lo primero que se tuvo la suerte de escuchar fue el single “Steh Auf”, que disipó las dudas de aquellos que aún tenían en mente el pseudo trap llamado “Mathematik” lanzado a finales de 2018 con la colaboración del rapero Haftbefehl donde las guitarras brillaban por su ausencia.
Dicho single (en cuyo videoclip Till aparece con un imperdible en la ceja -todo sea por el espectáculo-) se abre a golpe de una caja que precede a las inconfundibles melodías de teclado que acompañan por activa y por pasiva al bueno de Lindemann, aunque aquí no se tenga la suerte de contar con la mente creativa y los dedos mágicos de Christian “Flake” Lorenz. “Steh Auf” es directa, sencilla y muy pegadiza, eficazmente lanzada como adelanto -llegó al número 8 en las listas alemanas- ya que cautiva a aquellos que todavía no habían caído en las redes de Lindemann más allá de Rammstein.
Lo siguiente en venir es “Ich Weiß Es Nicht”, donde se mantiene una línea conservadora para permanecer en una composición de tintes plenamente industriales. Más oscura que su predecesora, los muros de sonido de guitarras muy distorsionadas sostienen todo el
