EL IMPERIO DE KYLIE
No debe ser nada fácil habitar el universo Kardashian. Demasiado carácter, demasiadas curvas, demasiados millones. Cantidades de estrógeno circundan las vidas de estas cinco hermanas y de Rob, Robert, el único macho del clan. No debe ser nada fácil soportar tanta cámara, tan poca intimidad y a una madre que lo es todo. La figuración ha sido para ellas casi tan importante como la letra K que domina su universo, y cada uno de los integrantes del familión más sobreexpuesto de la televisión mundial ha sabido aprovecharlo sin discreción. La más chica del clan, Kylie, no metía mucha bulla. Junto a Kendall eran dos niñitas que transitaban impúberes en una casa convertida en set de televisión. Las vimos crecer, las conocíamos y las queríamos, mucho más todavía después de enterarnos de que su papá ya no era
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