… y el mundo se partió en dos bloques
Llamamos Guerra Fría al enfrentamiento –indirecto y a veces larvado, pero enfrentamiento al fin y al cabo– político, económico, social, militar, cultural y científico entre el bloque occidental y el del Este de Europa. Su origen suele situarse entre 1945 y 1947, durante las fricciones de la posguerra tras la Segunda Guerra Mundial, y su fin se asocia a la caída del Muro de Berlín en 1989, de la que se cumplen 30 años [ver Dossier], y la consiguiente disolución de la Unión Soviética y del bloque que lideraba en 1991 (si bien la huella de algunos de sus conflictos nunca resueltos puede observarse en la inquietante relación actual entre la Rusia de Putin, los Estados Unidos de Trump y la Unión Europea).
Las razones de este enfrentamiento fueron en esencia ideológicas y estratégicas, y acarrearon choques nada fríos en muchos puntos del globo, como se detalla en los siguientes artículos. Así, mientras que la URSS financió y respaldó revoluciones, guerrillas y gobiernos socialistas en todo el mundo, Estados Unidos hizo lo propio con desestabilizaciones y golpes de Estado de signo anticomunista, sobre todo en Latinoamérica y África. El miedo a desencadenar una nueva conflagración mundial enfrió la tensión en sus puntos más álgidos,
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