EL RITUAL MASCULINO
LA MODERNIDAD SUELE, DE VEZ EN CUANDO, echar la vista atrás y dar un paso al frente a base de recuperar lo que a veces pronunciamos a la francesa, acentuando la ‘a’ y otras a la anglosajona, convirtiendo la ‘a’ en ‘ei’ y poniendo el acento en la primera sílaba. Yo diría que los modernos lo pronuncian a la anglosajona. También los anglosajones hicieron suyos los ‘postes de barbero’, esa señal, a veces giratoria, de color rojo y blanco o rojo, azul y blanco (esta última versión en la norteamericana) que los barberos medievales adoptaron cuando se prohibió al clero ejercer de médico y cirujano, y las labores de este tipo fueron absorbidas por los barberos, gente de instrumento afilado y gran precisión en el corte. De ellos dependen nuestra piel y, sobre todo, nuestra garganta, y todos los importantes vasos sanguíneos que discurren por tan frágil zona de nuestros cuerpos. No podemos por menos que saludar el regreso de las tiendas de barbero, limpias
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos