CARTELERÍA DE ALTURA EN LA VILLA Y CORTE
Zambullirse en las olas no es lo mismo que darse un chapuzón en la piscina; ni disfrutar de la brisa marina se parece al salvífico efecto del aire acondicionado. Eso, al menos, es lo que defienden quienes consideran inconcebible pasar los meses de verano lejos de la costa. En 1985, el alcalde Enrique Tierno Galván, regidor de Madrid entre 1979 y 1986, se propuso convencer a esos recelosos veraneantes para que dejaran de renegar del asfalto con una iniciativa casi irrechazable: los Veranos de la Villa, el festival estival que cada año, quien para la parte tipográfica de sus carteles contó con la ayuda de la creativa Nuria Úrculo. - Iñaki Laguardia
