SALVAJE
LA HIERBA QUE cubre la considerable extensión de césped de los más de 8000 metros cuadrados del jardín de Robin Standefer y Stephen Alesch en Montauk crece en exuberantes caracoles de alrededor de un palmo de altura, como si fuera el pelaje de un cocker spaniel inglés. Standefer y Alesch son los fundadores del estudio de diseño Roman and Williams de Nueva York, una firma nacida en 2002 y cuyo proyecto más famoso es probablemente su trabajo de interiorismo para el hotel Ace, un estilo muy imitado desde entonces en el que predominan los sillones orejeros antiguos, los apliques industriales de latón, las mesitas midcentury y los recubrimientos de roble de las paredes. Los diseñadores compraron esta propiedad hace más de una década y, desde entonces, han procurado que la hierba creciera abundante y salvaje. No la siegan, pero tampoco la desatienden: la cuidan todos los otoños con un tratamiento intensivo de fertilizantes orgánicos. “La quiero alta”, dice Standefer.
Este proceso dice mucho de la filosofía de la pareja ante la jardinería. Defensores de las plantas de prado en los bordes del jardín y de las hierbas pintorescas, están abonados al ideal de “desorden amable” pero “sensatamente dispuesto” que describía en 1958 Vita Sackville-West, la poetisa, novelista y jardinera británica del s. xx. La pareja tiene un campo de cosmos blancas que crecen
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos