DINERO LLAMA DINERO
“Me encantan los billetes”, nos dice Alec Monopoly en el encuentro que tenemos en Londres. En cualquier otra persona, la frase sería un ejemplo de codicia, pero no aquí. bursátil. Parecía que aquellos tipos habían estado manejando el dinero como si jugaran al ”. Un pensamiento crítico que, reconoce, ha ido perdiendo: “Ahora soy más positivo. Quiero que a la gente le guste mi obra y se lo pase tan bien como yo pintándola”. En su iconografía no podían faltar los relojes, y mucho más desde que conociera a Jean-Claude Biver, por entonces Presidente de Relojería de LVMH y máximo responsable de Tag Heuer. Alec fichó como embajador, aunque es más exacto hablar de consultor: “Biver me pidió que hiciéramos algo diferente y divertido, no sólo ediciones limitadas. También trabajamos juntos para cambiar la imagen de sus , la publicidad… ¡Hasta tengo despacho propio en la sede de La Chaux-de-Fonds!”.
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