ORGULLO NACIONAL
En 1961, la prestigiosa armadora alemana Borgward, en el mercado desde los años 20, se fue a la quiebra debido a controversiales problemas económicos y teorías de conspiración que involucraban a grandes compañías alemanas como Mercedes-Benz y BMW, y al mismo gobierno de Bremen, ciudad donde se asentaba la marca. Pero un poco antes de esto, en 1960, un grupo de empresarios mexicanos ya estaba negociando con el fundador de la compañía, Carl Friedrich Wilhelm Borgward, la compra de las máquinas y herramientas necesarias para trasladar la producción a México. Estas negociaciones culminaron en 1962, cuando este grupo de emprendedores, encabezados por Ernesto y César Santos Galindo, se hicieron de todos los contenidos de la fábrica de Borgward en Bremen. Poco más de un año después, Carl Borgward fallecería a los 72 años, sin saber jamás si el destino de su marca en manos nacionales sería exitoso.
Comienza la aventura
El grupo de empresarios, integrado por Gregorio Ramírez, Gabriel Alarcón, Enrique Strauss y Miguel de la Vega, además de los Santos Galindo, integró una empresa llamada Impulsora
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