SIN REPARAR EN GASTOS
ES IRÓNICO QUE UNA PELÍCULA QUE HABLA DE LA MANIPULACIÓN GENÉTICA CASI TERMINE CON UNA ESPECIE ACTUAL
trata de uno de los cameos más míticos del cine y, sin embargo, pasó totalmente, preparada -en el largometraje de Spielberg- por el chef Alejando, el cual no existe pero tiene una cuenta ficticia en Twitter. Durante la visita al parque, el grupo formado por la paleobotánica Ellie Sattler, el científico Ian Malcolm, el abogado Donald Gennaro, el doctor Alan Grant y el creador del parque John Hammond se sientan a la mesa para comer lubina chilena (). En realidad, la lubina chilena no es tal, sino merluza negra o bacalao austral, un animal que se encuentra en aguas frías y profundas, normalmente en los océanos Atlántico Sur, Pacífico e Índico y Austral. Debido a su puntual pero reseñable momento en , el bacalao austral comenzó a sufrir la sobrepesca y, por lo tanto, a acercarse a la extinción. De hecho, esta especie se encuentra en las listas rojas del Seafood Watch (programa de preservación del Monterey Bay Aquarium) y de Greenpeace desde el año 2010. No deja de ser irónico que una película que trata el asunto moral de la manipulación genética de animales ya extintos haya provocado, sin quererlo, la casi desaparición de otro ser vivo. A modo de guiño, en (cuarta entrega de la saga), vuelve a aparecer el plato -recomendadísimode lubina chilena en el restaurante del nuevo parque, el Winston’s Steakhouse. Parece un plato caro, pero como diría John Hammond: “No hemos reparado en gastos”.
