La tumba perdida de GENGIS KHAN
Tras la muerte de su padre, el pequeño Temujin tuvo que sobreponerse junto a un grupo de servidores, a todos los obstáculos que encontró en su camino. No fueron pocas las veces en las que tuvo que se vio obligado a luchar por sobrevivir, pero, sobre todo, para no caer en las manos de alguna tribu rival, que por aquel entonces se dedicaban a lanzar continuas razzias, para capturar a niños y mujeres indefensos y venderlos en el lucrativo comercio de esclavos.
Se dice que en una ocasión, Temujin fue apresado y para evitar su fuga se le puso una pesada canga de madera al cuello, pero haciendo gala de su astucia se sirvió de ella para dejarse llevar por la corriente de un río y escapar de su triste destino. Esta acción hizo que aumentase la fama que por aquel entonces ya tenía el hijo de , hasta tal punto que a los quince años ya contaba con un reducido, pero leal, grupo de seguidores con los que a partir de entonces se lanzó a la conquista
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