EN BUSCA DEL FIN DE LA TIERRA
CAMINAR A TRAVÉS DE UN PASEO COSTERO EN EL CONFÍN DEL MUNDO PUEDE SER ABRUMADOR, PERO VAYA ESPECTÁCULO.
Golpeado por las ráfagas de viento, rodeo nervioso el borde de un precipicio en la Punta de Raz de Finisterre, Francia. Unos 600 metros abajo, el Atlántico se agita y choca contra los acantilados para convertirse en montañas de espuma cremosa. Es el fin de la Tierra. , en latín. El fin literal de la Tierra para los antiguos y para mí, el objeto de una pasión peculiar. El mundo está salpicado por cabos, puntas y otros accidentes geográficos que han sido llamados "el fin de la Tierra" o un equivalente como Finisterre; yo los colecciono, así como otros viajeros compilan listas de países visitados. Por sí solos, sus nombres me son irresistibles; ecos seductores de una era primitiva, cuando el conocimiento del mundo terminaba donde comenzaba el mar abierto. Estos puntos equilibrados entre la familiaridad de la vida terrestre y la incomprensible vastedad del océano tenían un poder místico para nuestros ancestros y provocaban la contemplación de la creación y el lugar que la humanidad ocupa
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos