VENTANAS CELESTIALES

Religión, arte e ingeniería se fusionan en una de las obras maestras de la cristiandad. Se trata de los rosetonesLos vitrales tuvieron un papel importante en la arquitectura gótica, ya que iluminaban edificios enormes que hacían alusión a la cercanía que los fieles buscaban con el cielo. El rosetón oeste tiene casi 10 metros de diámetro y es el más viejo de los tres –data de 1225–, mientras que los de las caras norte y sur, de 1250, tienen unos 13 metros de diámetro. Cada uno representa el Antiguo y Nuevo Testamento con escenas de la vida de Cristo, imágenes de santos, mártires, los 12 apóstoles y 16 profetas. Estos últimos vitrales fueron regalo de Luis ix, rey francés que combatió en las cruzadas. Los rosetones son especiales no solo por su antigüedad, sino que han resistido eventos como la Revolución de 1830 –motivo por el cual Viollet-le-Duc ordenó reconstruirlos, en 1861– y recientemente al incendio de la catedral (15 de abril de 2019), del cual también se salvaron. Al ser parte del corazón parisino –y del mundo– se espera que en cinco años Nuestra Señora de París esté habilitada de nuevo.