LA SUBASTA
Cobo le pregunta al editor de Ridruejo por la subasta; no hace falta decir cuál, y el editor de Ridruejo le repite lo que le ha dicho a Román, que no tienen decidido lo que harán. Después Cobo le cuenta una pequeña maldad a propósito del editor José Pardo, al que sabe que detesta. Y con razón, me parece, porque Pardo había sido el segundo de a bordo de Martín de Riquer en la inmediata posguerra, cuando este desempeñó la Jefatura Provincial de Propaganda, dependiente de la Subsecretaría de Educación Popular del ministerio de la Gobernación. Una de las funciones principales de tal Jefatura, como puede suponerse, era el ejercicio represor de la Censura, que ambos ejercieron de una manera feroz.
Pardo es un forofo de Frankfurt, donde se mueve como la ardilla de la fábula, y nunca pierde ocasión de ponderar las virtudes de la vieja Alemania, eufemismo que no alcanza a disimular por
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